El Nuevo Mundo

Como decía Pandora, el mundo está podrido. Creo que su forma de pensar era la principal razón por la cuál se recluía en el Bosque Negro. Pero esa no es la solución. Para acabar con la porquería de este mundo, para crear un mundo Nuevo, hay que infiltrarse, inmiscuirse en la vida podrida. Como dice mi hermana, 'Hay que ensuciarse las manos'. Hay que ensuciarse las manos con la mas pura escencia de la mierda si uno quiere mejorar el mundo. El viejo proverbio de mi idioma natal lo dice: "Tiefe Brunnen muss man graben wen man klares Wasser will."
Ustedes se preguntarán de qué forma está podrido el mundo. Yo se los respondo. Los negros. Los judíos. Los putos. Los gitanos. Los floggers. Los emos. Los imbéciles. Los deformes. Los activistas. Los religiosos. Los que pelean por una causa igual de idiota que ellos. Toda esa porquería infrahumana que pulula en nuestro mundo ganado por derecho, derecho innegable al súper hombre. El mundo será una vez más de nosotros, los Arios. Seguiremos el camino del Reich y fundaremos el Cuarto Reich del Sol en este mundo podrido. Lo limpiaremos de toda esta mierda poco a poco, desde adentro.
Y así, los hermanos Dreher, elevarán al mundo a una posición digna de los súper hombres.

Nuestro comienzo

Hanzel y Gretyl somos dos hermanos que fuimos abandonados en el bosque Negro allá por el año 1989, por los conchudos pseudosocialistas brutos que teníamos como padres.

Perdidos por el bosque, jugando a quién hace sangrar más al otro, encontramos una casita un tanto extraña, estaba llena de colores exóticos, y un aroma, ay, qué aroma más dulce, aunque era casi vomitivo en exceso (eso lo notaríamos más tarde).

Ya eran muchas las horas que estábamos vagando en el puto bosque, así que apenas vimos la casa nos surgió la buena ultraviolencia. Seguramente la casa estaría cuidada por una familia débil que no nos daría muchos problemas a la hora de hurtar su cocina, comer... y demases.

Igual, queríamos empezar con el pie derecho, así que golpeamos la puerta como el señor manda.

La persona que salió, no tenía nada en común con cualquier prototipo de persona que hubiéramos imaginado habitaba dicho hogar. Tenía una altura pocas veces vista en una mujer, y te dabas cuenta que era mujer por las tetas voluminosas que tenía, muy paradas a pesar de la edad que aparentaba, por cierto. El resto de ella parecía más acorde con un leñador que con una ama de casa.

Nos quedamos mirando ese monstruo que asomaba en la puerta, hasta que Hanzel dio la primera palabra...

- Ehm... estem... hola... estamos perdidos señorita, nos daría algo de comer?

Yo permanecí quieta, a la espera de algún movimiento brusco, con una sonrisa cómplice, y toda la furia controlada.

- No nací ayer retoños... los escuché en el bosque... me podrían servir. Podrán comer y beber lo que quieran, pero acá la ley soy yo. Ustedes... si, ustedes... van a ser mis súbditos.

Y ahí esa bestia gigante comenzó a reír, con una voz rasposa y añeja, casi al borde de la muerte, o eso parecía.

En ese momento no teníamos la menor idea de lo que nos esperaba en los siguientes años, viviendo en la casita de jabón; No podría contarles como fueron; como continuó ese día; lo que si puedo contarles es que la bestia se llamaba (murió hace unos meses, a causa de eso decidimos crear este espacio) Pandora, y nos enseñó todo lo que sabemos, y lo que vamos a enseñarles.

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Esta es Pandora en su visita al circo, en la foto está con el gigante y con su paragüas, uy... el paragüas.